24 de abril de 2014

Algunas reflexiones sobre el pedido de sanción a programas cómicos en el Ecuador


Algunas reflexiones para el debate actual sobre la solicitud de sanción a programas cómicos nacionales presentada por diferentes organizaciones sociales 

1. Como Movimiento Político hemos expresado en más de una ocasión nuestra preocupación sobre el fortalecimiento de un estado arbitrario, policíaco y censor, reflejados en las lógicas de ejercicio del poder, como el Decreto Ejecutivo 16 (junio del 2013) y la sanción a Pachamama; y en varios cuerpos normativos, como el COIP y su visión de derecho penal máximo, o la Ley de Comunicación y su Superintendencia con facultades que van mucho más allá de lo deseable para garantizar la libertad de expresión e información. 

 2. Como Movimiento Político hemos abanderado desde nuestros orígenes la lucha contra toda forma de discriminación. De manera frontal y decidida asumimos la responsabilidad de poner en el debate público temas “incómodos” al poder, seguramente “impopulares”, y lo hemos hecho con la profunda convicción de que la no discriminación en razón de edad, pertenencia étnica, sexo, género, orientación sexual, identidad de género o cualquier otra causa, son apuestas que las organizaciones políticas progresistas no podemos eludir. En nuestras filas, muchos compañeros y compañeras reflejan con su vida una apuesta de activismo y lucha por los derechos de estos y otros sectores vulnerados de la sociedad ecuatoriana. 

3. Con la misma convicción con la que defendemos la no discriminación, nos ratificamos en la defensa de la democracia y las libertades, como premisa necesaria para construir esa sociedad incluyente y libre de discrimen, estereotipos y prejuicios que provoca ciudadanos y ciudadanas sin posibilidad del ejercicio pleno de sus derechos. No creemos que la igualdad y el respeto a la diversidad se construyan a través de castigos o de imposiciones, sino a través del diálogo, el debate y la valoración del otro y la otra. 

4. En este sentido, consideramos que lo que hoy está en juego no es lograr o no una “sanción” a determinados programas televisivos (tampoco conocemos por qué otros de contenidos que podrían ser también estereotipados no están en la lista ni en la solicitud de sanción). No compartimos mucho de su contenido, sus lenguajes, sus relatos. Podemos identificar en ellos contenidos que a través de la reproducción de estereotipos contribuyen al discrimen; sin embargo de eso, velamos porque no sea el criterio de una o un grupo de personas el que se imponga y el que decida sobre las preferencias de sociedad ecuatoriana en su conjunto. En junio de 2009, en un debate similar ocasionado a propósito de la sanción al canal Teleamazonas por el CONARTEL, por la transmisión de la serie “Los Simpson”, nuestra compañera María Paula Romo, en ese momento Asambleísta, escribió al entonces Presidente del organismo de control: “…considero que para una democracia es sano escuchar diversas opiniones y formas de ver la vida, y que resultada inaceptable que todos debamos responder a los valores específicos de unas pocas personas (…)”. Pues de eso se trata precisamente la convivencia democrática y el respeto a la diversidad, y nos pone a prueba cuando reaccionamos frente a discursos, publicaciones o producciones que nos incomodan, que son contrarias a nuestro sistema de valores, opiniones o creencias. 

 5. Es saludable que se abra el debate sobre la calidad de nuestra producción nacional, la responsabilidad de los medios de comunicación, la responsabilidad de la audiencia y las distintas estrategias que como sociedad somos capaces de construir para superar el machismo, la violencia, la homofobia, el racismo, etc. Sin embargo, no participamos de la estrategia de la “censura” y el fortalecimiento de los censores; no se puede precautelar unos derechos conculcando otros y creemos que nuestra democracia hoy necesita de acciones que la fortalezcan, generando movilización social, debate, confrontación de ideas, pluralismo y no acciones que amparadas en una Ley y una autoridad cuestionada terminen imponiendo sobre nuestra sociedad las opiniones de unos pocos. 

Así como los medios de comunicación producen, reproducen y fortalecen imaginarios; el poder político es también pedagogía. No tendremos un Ecuador democrático mientras el Presidente ridiculice y ofenda los postulados de la diversidad sexual y de género (Enlace Ciudadano No. 354, 28 de diciembre de 2013); ni si el Superintendente de Comunicación ataca a las personas que interponen acciones contra la Ley de Comunicación en lugar de aportar al debate (21 de febrero de 2014); ni si los ciudadanos y ciudadanas que buscamos la libertad y los derechos nos olvidamos de nuestras críticas al poder abusivo y arbitrario cuando podemos hacer uso de él para causas que nos parecen legítimas. La democracia y la libertad se construyen con mecanismos más complejos que vigilar y castigar; la Ruptura apuesta por el respeto, el pluralismo, el diálogo y la deliberación pública.  


Movimiento Ruptura, listas 25. 
Quito, 23 de abril de 2014

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente punto de vista.