El sorpresivo anuncio del Presidente Palacio de enviar al Congreso su lista (SU lista, la de él) de preguntas para la Consulta Popular nos dice dos cosas:
1. El ya ambiguo Sistema de Concertación fue una tomadura de pelo, nos pidieron opinar sobre una reforma que ya tenían lista y querían entretener a ecuatorianos y ecuatorianas enviando propuestas que ni siquiera leyeron.
2. El contenido de las preguntas que sugiere Palacio para la Consulta manifiesta intenciones totalmente contrarias al cuestionamiento nacional. Sus propuestas limitan y distorsionan aún más la representatividad, fragmentan el país, impiden la participación de amplios sectores de la sociedad y fortalecen la política corporativista que tanto daño le ha hecho al Ecuador. Algunos ejemplos:
Distritos Electorales y Circuitos Uninominales: favorecen caciques locales, eliminan la representación de “minorías”.
El sistema en que el que gana, gana todo, favorece a los partidos políticos tradicionales. Los distritos uninominales (un representante por distrito) eliminan toda posibilidad de representación proporcional. En un escenario político tan fragmentado como el nuestro, esta fórmula deja fuera a muchos grupos y organizaciones importantes y perpetúa a los caciques locales.
Función Legislativa: el 90% de los ecuatorianos y ecuatorianas no tienen derecho a ser elegidos.
Un Estado que no garantiza educación pública en ningún nivel, se atreve a establecer como requisito para la participación política, como diputado o senador, el título universitario. Eso elimina al 90% de los ecuatorianos y las ecuatorianas e impide que sea cierto el derecho a ser elegido.
Un Senado de 22 personas concentra todo el poder y tiene la capacidad de bloquear la labor legislativa de 53 representantes. ¿Por qué?: Porque tienen más años, la única diferencia en los requisitos para ser senador o diputado, es la edad necesaria para postularse.
Función Judicial: ¿el Presidente nombrando Corte?
Es necesario fortalecer el proceso de selección de la Corte Suprema de Justicia. Bajo ningún concepto puede pensarse en el Ejecutivo proponiendo nombres y sometiendo estos a elecciones. La lógica de integración de una Corte no puede ser electoral o responder a popularidad o campañas políticas.
Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo Electoral
Nuevamente todo el poder entregado a los gremios. En lugar de una selección que sería ideal alrededor de los méritos, se fortalece el corporativismo propio de regímenes fascistas.
No se recoge la justa demanda de separar las funciones del Tribunal Supremo Electoral ni de fortalecer sus capacidades para ejercer un severo control del gasto electoral.
¿El nuevo órgano más poderoso del país sería el CONESUP?
Sobre el régimen de autonomías
La pregunta abre la puerta para una serie de propuestas que podrían responder a proyectos partidistas o de grupos económicos determinados. El régimen de autonomías debe diseñarse con la participación de todo el país y lo primero que requiere es definir con claridad y valentía cuáles son las funciones y competencias del Gobierno Central y los Gobiernos Autónomos y cuáles son aquellas que el Estado Ecuatoriano no puede abandonar: la Seguridad Social, la Fuerza Pública, el manejo del endeudamiento público, el manejo de los recursos naturales, qué tipo de recaudación tributaria y los mecanismos de redistribución de la riqueza para todo el país, entre otras.
El día lunes 25 de abril, a las 10h00, junto con varias organizaciones políticas y sociales, daremos una rueda de prensa para profundizar estos temas. Los esperamos en la Mosquera Narváez OE257 y Versalles.
LA RUPTURA DE LOS 25
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