Durante varios siglos en nuestras sociedades de Occidente, la homosexualidad ha sido considerada como enfermedad, perversión, o aberración contra la moral y la natura. Las personas con una diferente orientación sexual a la heterosexual han sido perseguidas, discriminadas, invisibilizadas e incluso asesinadas por varios grupos humanos que han tenido el modelo heterosexual como el único y verdadero. En el Ecuador la historia no ha sido diferente, a tal punto que hasta el año 1997, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo eran penadas severamente con reclusión 4 a 8 años, de acuerdo a nuestra legislación. A pesar de la derogación de este artículo de nuestro Código Penal, aún, en la actualidad, los prejuicios y estigmas sociales en contra de las personas con una distinta orientación sexual a la heterosexual siguen siendo fuertes e impiden su desarrollo pleno. Todavía, la ignorancia en los temas de orientación sexual e inclusión, hace que heterosexuales y no heterosexuales vivan mundos paralelos, evidenciando el abuso de poder de los primeros contra los segundos.
La ciencia se ha encargado de desmentir que la homosexualidad sea una enfermedad o una perversión y, gracias a la protección de los derechos humanos, varias legislaciones del mundo están cambiando su trato discriminatorio y reconociendo los derechos arrebatados a las personas GLBTT (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgéneros y Transexuales.). A pesar de estos logros, aún la lucha en contra de la discriminación en razón de orientación sexual continúa para lograr la equidad entre seres humanos.
La Ruptura de los 25, en su afán de construir un proyecto político nacional, equitativo, incluyente, solidario y pacífico, y recalcando la importancia delos derechos humanos como referente ético y de vida manifiesta que:
1. La orientación sexual es una parte fundamental en la vida del ser humano y forma parte de su identidad propia y social, y que al estar reconocida en nuestra Constitución (Artículo 23, numerales 3,4,5, 24 y 25), debe ser respetada, protegida y garantizada por el gobierno, ciudadanos y ciudadanas, y demás instituciones del Estado.
2. Condena la homofobia, como una forma de tortura contra personas GLBTT en el Ecuador, que impide el desarrollo personal y la formación de un proyecto de vida libre y autónomo.
3. Apoya a los grupos GLBTT en la construcción de una comunidad fuerte con un proceso autónomo de reivindicación y visibilización.
4. Condena la interferencia y manipulación de información que reproduce los estereotipos y los mecanismos de discriminación en contra de la comunidad GLBTT.
5. Es solidaria con las personas GLBTT en su proceso personal de visibilización, respetando a aquellas personas que desean mantener confidencialidad con respecto a su orientación sexual y apoyando a aquellas que la viven abiertamente.
6. Reclama a los medios de comunicación que tienen manifestaciones homofóbicas, pues acentúan la exclusión y fomentan el odio y los prejuicios entre seres humanos.
7. Recuerda que el Ecuador es un Estado Social de Derecho que busca el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas, y que debe incluir en su proyecto político a grupos excluidos históricamente del contrato social como han sido los grupos GLBTT.
8. Insta a que al Estado, en su conjunto, eduque a sus ciudadanos y ciudadanas en derechos y equidad de género, para así defender la diversidad y la inclusión y romper con una tradición de odio e incomprensión hacia las personas no heterosexuales.
9. Reconoce la importancia del proceso histórico de los grupos GLBTT en su búsqueda de reivindicación, y celebra el 27 de junio día del orgullo GLBTT, recordando a aquellas personas que han luchado por sociedades más justas y equitativas, y nos siguen enseñando a regocijarnos en la diversidad.
La Ruptura de los 25