22 de julio de 2005

PALACIO TRAICIONÓ AL PAÍS Y NOS TOMÓ EL PELO


El sorpresivo anuncio del Presidente Palacio de enviar al Congreso su lista (SU lista, la de él) de preguntas para la Consulta Popular nos dice dos cosas:

1. El ya ambiguo Sistema de Concertación fue una tomadura de pelo, nos pidieron opinar sobre una reforma que ya tenían lista y querían entretener a ecuatorianos y ecuatorianas enviando propuestas que ni siquiera leyeron.

2. El contenido de las preguntas que sugiere Palacio para la Consulta manifiesta intenciones totalmente contrarias al cuestionamiento nacional. Sus propuestas limitan y distorsionan aún más la representatividad, fragmentan el país, impiden la participación de amplios sectores de la sociedad y fortalecen la política corporativista que tanto daño le ha hecho al Ecuador. Algunos ejemplos:

Distritos Electorales y Circuitos Uninominales: favorecen caciques locales, eliminan la representación de “minorías”.
El sistema en que el que gana, gana todo, favorece a los partidos políticos tradicionales. Los distritos uninominales (un representante por distrito) eliminan toda posibilidad de representación proporcional. En un escenario político tan fragmentado como el nuestro, esta fórmula deja fuera a muchos grupos y organizaciones importantes y perpetúa a los caciques locales.

Función Legislativa: el 90% de los ecuatorianos y ecuatorianas no tienen derecho a ser elegidos.
Un Estado que no garantiza educación pública en ningún nivel, se atreve a establecer como requisito para la participación política, como diputado o senador, el título universitario. Eso elimina al 90% de los ecuatorianos y las ecuatorianas e impide que sea cierto el derecho a ser elegido.

Un Senado de 22 personas concentra todo el poder y tiene la capacidad de bloquear la labor legislativa de 53 representantes. ¿Por qué?: Porque tienen más años, la única diferencia en los requisitos para ser senador o diputado, es la edad necesaria para postularse.

Función Judicial: ¿el Presidente nombrando Corte?
Es necesario fortalecer el proceso de selección de la Corte Suprema de Justicia. Bajo ningún concepto puede pensarse en el Ejecutivo proponiendo nombres y sometiendo estos a elecciones. La lógica de integración de una Corte no puede ser electoral o responder a popularidad o campañas políticas.

Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo Electoral
Nuevamente todo el poder entregado a los gremios. En lugar de una selección que sería ideal alrededor de los méritos, se fortalece el corporativismo propio de regímenes fascistas.
No se recoge la justa demanda de separar las funciones del Tribunal Supremo Electoral ni de fortalecer sus capacidades para ejercer un severo control del gasto electoral.
¿El nuevo órgano más poderoso del país sería el CONESUP?

Sobre el régimen de autonomías
La pregunta abre la puerta para una serie de propuestas que podrían responder a proyectos partidistas o de grupos económicos determinados. El régimen de autonomías debe diseñarse con la participación de todo el país y lo primero que requiere es definir con claridad y valentía cuáles son las funciones y competencias del Gobierno Central y los Gobiernos Autónomos y cuáles son aquellas que el Estado Ecuatoriano no puede abandonar: la Seguridad Social, la Fuerza Pública, el manejo del endeudamiento público, el manejo de los recursos naturales, qué tipo de recaudación tributaria y los mecanismos de redistribución de la riqueza para todo el país, entre otras.

El día lunes 25 de abril, a las 10h00, junto con varias organizaciones políticas y sociales, daremos una rueda de prensa para profundizar estos temas. Los esperamos en la Mosquera Narváez OE257 y Versalles.

LA RUPTURA DE LOS 25

14 de julio de 2005

LÍNEAS GENERALES ALREDEDOR DEL TEMA DE REFORMA POLÍTICA

Luego del último episodio de una crisis política permanente en el Ecuador durante los últimos diez años; varios sectores en el país nos encontramos debatiendo sobre algunos temas para esta reforma política. El presente documento contiene algunas líneas generales para alimentar el debate desde una perspectiva de nueva izquierda. Hemos construido estas líneas desde los principios que guían nuestra acción y en una lógica colectiva cuya última etapa fue la reunión de los días 2 y 3 de julio en la ciudad de Guayaquil. Allí, sesenta y cinco personas –militantes y simpatizantes de la Ruptura de los 25- de ocho provincias distintas, trabajamos en los temas que plantea este texto.

OBJETIVO DE LA REFORMA POLÍTICA: TRANSFORMAR AL ECUADOR

Desde nuestra perspectiva, en el Ecuador, debemos trabajar sobre la Reforma del Estado, y pensar en la “reforma política” sólo como herramienta para transformar al Ecuador en un país justo, con una sólida democracia, sin pobreza ni exclusión y con más y mejores oportunidades para todos y todas. Al mismo tiempo entendemos que es momento de concentrarnos en reformas que no se conviertan en parches que van tapando los vacíos del sistema por donde “hace agua” coyunturalmente, es momento de pensar en una reforma integral, en la que engranen las posibilidades de construir un país más equitativo, justo, solidario y soberano.

El debate sobre la reforma política no puede perder de vista que su objetivo es construir un Estado que cumpla con sus roles esenciales:

- Administrar justicia para garantizar así la convivencia pacífica.
Entendida esta "administración" como la oportuna intervención en los conflictos entre particulares o entre ciudadanos y el propio Estado para resolver estas diferencias mediante mecanismos no violentos o mediante el uso de la única violencia legítima en democracia: la suya, la del Estado.

A pesar de que permanentemente se cree que la justicia se refiere a los juzgados, la noción debe replantearse en términos de: justicia como equidad.

- Generar condiciones de dignidad.
Si bien la paz es una condición fundamental para la vida digna, no podemos negar que miles de otros factores pueden ser los que violenten las posibilidades de dignidad de los hombres y mujeres. Así al Estado le corresponde crear condiciones que aseguren, para todos y todas, acceso a educación de calidad, a servicios de salud, a condiciones dignas de alimentación, vivienda y empleo y a un ambiente sano y libre de violencia.

- Proponer proyectos de cohesión social.
Una vez puesta en duda la noción homogenizante de los Estados Nación y, desde el reconocimiento de la riqueza de la diversidad, a los Estados modernos les corresponde buscar nuevos mecanismos de cohesión y nuevos referentes de una identidad siempre dinámica que recree el sentido de comunidad de quienes forman, formamos, parte de ese Estado. En este rol se inscribe la responsabilidad de proponer y construir de forma conjunta proyectos de futuro para las sociedades y los individuos en donde también se vean incluidas las esperanzas, las expectativas y las proyecciones de los propios proyectos de vida.

- Articular las relaciones entre lo local, lo nacional y lo internacional.
En un mundo globalizado e interdependiente, uno de los roles de los Estados modernos es articular desde la soberanía y la protección de los derechos de los seres humanos, los vínculos entre lo local y lo nacional de cara a las relaciones con otros países, con órganos supranacionales, organismos multilaterales y otros actores en estas relaciones. El complejo escenario internacional es seguramente una de las mayores amenazas para Estados cada vez más impotentes de participar o incidir sobre las decisiones que tendrán directas repercusiones sobre ellos y sus miembros. Es en esta línea que aún nos queda el desafío de definir la posición del Estado frente a los poderosos, e injustos, mercados de la especulación global.

En un intento por organizar las propuestas, las clasificaremos en dos grupos, el primero engloba las reformas al sistema electoral y el segundo, las reformas al sistema de gobierno.

1. REFORMAS AL SISTEMA ELECTORAL ECUATORIANO
OBJETIVOS DE LA REFORMA:
- Mejorar la calidad de la representación y la relación representante – representado.
- Crear un sistema de “juego limpio” en el campo político.


El Sistema Electoral es únicamente el conjunto de reglas mediante las cuales los votos se transforman en escaños para las posiciones de elección pública. El Sistema Electoral comprende las reglas de juego según las cuales los actores políticos acceden democráticamente al poder estatal.

Una serie de reformas "parche", decididas según la conveniencia de los propios partidos políticos para momentos electorales específicos, nos han dado como resultado un sistema electoral "esquizofrénico". Como es fácil comprobar, las distintas normas del sistema tienen objetivos distintos y muchas veces contrarios que terminan distorsionando los resultados de las elecciones populares. Es por esto que la principal prevención al tratar reformas al sistema electoral es que solamente pueden ser efectivas en la medida en que se diseñen e implementen de forma global y coherente para que incidan en todos los espacios del Sistema.

SISTEMA DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL
Clásicamente, la doctrina diferencia dos tipos de sistemas electorales: los Sistemas de Mayoría y de Representación Proporcional. Aunque distintas combinaciones pueden generar todo tipo de sistemas, esta primera división nos permite señalar lo que consideramos el objetivo del Sistema Electoral.
Los sistemas de Representación Proporcional son aquellos que pretenden una representación más "justa"; una asignación de escaños que se corresponda a la cantidad de votos y, por lo tanto, permita la pluralidad de la representación política.


VOTO: DERECHO IRRENUNCIABLE.
En la actualidad una de las mayores dificultades de la democracia ecuatoriana está alrededor de la falta de representatividad. Lo que necesitamos son, entonces, más y mejores vinculaciones con el sistema político que nos permitan designar representantes y fiscalizarlos de forma permanente.
En nuestro país el sufragio universal es el resultado de una serie de conquistas históricas. Lo que en un principio era un privilegio de unos pocos hombres, propietarios de grandes fortunas; fue ampliándose con el voto de otros ciudadanos no propietarios, mujeres, campesinos, indígenas y –finalmente- analfabetos. La obligatoriedad en el ejercicio de este derecho fue el mensaje a través del cual comprobamos que efectivamente éramos parte de este sistema ya excluyente en todas sus prácticas.
En esa dimensión de conquista histórica, de ejercicio democrático, de espacio de igualdad ante la ley y de vinculación con las instituciones democráticas es que debemos seguir manteniendo el voto obligatorio como un derecho irrenunciable para ecuatorianos y ecuatorianas.

EFECTOS PARA EL VOTO NULO.
Una de las formas en que ecuatorianos y ecuatorianas han demostrado su inconformidad con las opciones políticas que se nos presentan es el voto nulo. Esta expresión de rechazo debe tener efectos concretos. Proponemos que en los casos en que el voto nulo sea igual o mayor que los votos válidos de la primera candidatura (o de primera o segunda en caso de elecciones presidenciales) la consecuencia sea la inmediata convocatoria a elecciones con prohibición de que se repitan los mismos candidatos que no pudieron superar la votación nula.

NO A LOS DISTRITOS UNINOMINALES
Los distritos uninominales (en donde sólo se escoge un representante) son lo que la teoría llama sistemas en que "el que gana, gana todo". Se trata de diseños contrarios a la lógica de la representación proporcional pues en este tipo de distritos sólo quien obtiene el primer lugar obtiene el escaño en disputa. Este mecanismo no sólo que deja fuera las voces de las minorías sino que –numéricamente- quienes quedan excluidos pueden ser un grupo importante (el caso por ejemplo de un candidato que obtiene un 35% seguido de uno con el 34% que siendo una votación casi tan importante no encuentra un espacio de representación en el sistema).

En el Sistema Electoral Ecuatoriano los distritos electorales coinciden con la distribución política del territorio (provincias, cantones, juntas parroquiales rurales) y muchos de estos distritos necesitan mejores mecanismos de asignación, no distritos menores que terminan eliminando las posibilidades de representación proporcional. Algunas provincias, sin embargo, deben revisar sus distritos electorales para que importantes porcentajes de la población puedan escoger a sus representantes. Es el caso de Santo Domingo de los Colorados para la provincia de Pichincha o de Durán o la Puntilla de Santa Elena para la provincia del Guayas. Estos son casos excepcionales que no deben distorsionar la organización territorial del sistema electoral sino que ameritan reformas puntuales (sin dejarlos en ningún caso como distritos uninominales).

JUSTICIA ELECTORAL SIN PARTIDOS POLÍTICOS
Lo que hoy conocemos como el Tribunal Supremo Electoral necesita una clara división de funciones en dos órganos distintos. Las dos funciones son: 1) la de administrar justicia en materia electoral y, 2) lo que se refiere a la organización de los procesos electorales en los aspectos administrativos y logísticos. Esta última debe ser una especie de secretaría técnica supervisada por la Contraloría General o la Defensoría del Pueblo, que se activa únicamente en época electoral. Mientras, la Administración de Justicia Electoral debe hacerse dentro del Sistema Judicial, cumpliendo con el principio de unidad jurisdiccional y como una garantía del debido proceso. Dentro del debate sobre la reforma global que requiere el Sistema Judicial podrá decidirse si se necesitan salas especializadas permanentes. De lo contrario, las Cortes Superiores deberían ser la primera instancia en justicia electoral y la Corte Suprema el tribunal de apelación.

PARTIDOS POLÍTICOS
Aunque la transformación o la creación de verdaderos partidos políticos sólo podrá ser consecuencia directa de nuevas prácticas y nuevos liderazgos democráticos, creemos necesario implementar ciertos cambios en el Sistema de Partidos Políticos por medio de la Ley, para lograr que estos regresen a cumplir su rol principal, el ser mediadores entre la ciudadanía y el Estado. En ese sentido creemos necesario generar tres cambios radicales en la estructura y funcionamiento de los Partidos Políticos actuales:

DEMOCRATIZAR ELECCIÓN DE DIRIGENTES Y CANDIDATOS /AS
Para ello nos parece necesario democratizar los procesos, es decir obligar a los Partidos Políticos a elegir sus cuadros a elección popular mediante elecciones primarias que sean reguladas por el Tribunal Supremo Electoral, así lograremos que la representación mejore la calidad aún por dentro de los citados actores políticos. De la misma forma, los partidos políticos deben tener prácticas democráticas y transparentes para seleccionar a su propia dirigencia local y nacional.

GENERACIÓN DE CUADROS Y FORMACIÓN DE LA MILITANCIA
Uno de los mayores problemas con los que se ha enfrentado el Sistema de Partidos en el Ecuador es la falta de cuadros que reemplacen a los eternos líderes de las agrupaciones políticas actuales. Creemos que es necesario crear incentivos en la ley de Partidos Políticos para que estos se vean reforzados por la creación de una carrera política que genere cuadros en la participación desde lo local hasta lo nacional. Este objetivo puede conseguirse con procesos de formación bien estructurados, con el objetivo claro de generar nuevos liderazgos en el Sistema de Partidos del Ecuador.
Este factor logrará que la ideología de cada partido sea trabajada y contrastada con las que cada persona lleva a cada tienda política, así esta podrá ser constituida como colectiva, y no se quedará como letra muerta en los empolvados libros constitutivos del Partido.

RENDICIÓN DE CUENTAS
La rendición de cuentas debe comenzar por dentro en los Partidos Políticos, por lo que se deben implementar los mecanismos para que el manejo de fondos no solamente esté controlado en época de elecciones, sino que deben existir las facilidades para que los organismos de control pertinentes regulen el flujo de dinero dentro de los Partidos Políticos permanentemente. Esto va íntimamente relacionado con que no puedan ser los mismos Partidos Políticos los que se regulan a sí mismos.

INCENTIVOS PARA ALIANZAS Y COALICIONES
Lo que hoy se reduce al diseño de barreras de entrada y salida del padrón electoral, debe convertirse en un conjunto de normas que incentiven la creación de alianzas y coaliciones entre partidos y movimientos políticos. Se trata de una práctica democrática para combatir la gran fragmentación sin acudir a propuestas totalitarias que pretendan limitar la participación política.

2. SISTEMA DE GOBIERNO, DESCENTRALIZACIÓN Y AUTONOMÍAS
Creemos en la necesidad de cambiar el Sistema de Gobierno en el Ecuador hacia uno que incentive la cooperación entre los poderes Legislativo y no incentive la pugna como visibilización mayor entre opositores. En ese criterio es necesario pensar en un Ejecutivo que tenga la obligación de generar consensos con el Legislativo que cogobierna en los problemas coyunturales o de corto plazo.
CORESPONSABILIDAD EJECUTIVO–LEGISLATIVO: SEMIPRESIDENCIALISMO
Del análisis histórico de las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo, particularmente en los últimos años, consideramos que es momento de pensar en cambiar el “hiper presidencialismo” que generó la Constitución de 1998, por un Semipresidencialismo en el que se diseñen mecanismos para compartir la responsabilidad de gobierno entre el Ejecutivo y el Legislativo. Uno de los mecanismos podría ser que el Presidente entregue una terna al Congreso para que este elija un Primer Ministro que cumpla funciones de construir acuerdos programáticos y transparentes entre el Presidente y el Congreso Nacional . Este primer ministro podría ser vetado por el Parlamento o el Presidente y es por eso que sus acciones deben generar consensos y no contiendas como en la actualidad observamos en cada decisión de los dos poderes del Estado.
En caso de crisis sería el fusible que da un giro de timón tanto en el Parlamento como en el Presidente, con la ventaja de que con él no se parasen los procesos alargo plazo que lleva acabo el Presidente electo.
El Presidente y los congresistas seguirán siendo electos directamente, y el Primer ministro tras el acuerdo entre Parlamento y Presidente.

DIPUTADOS NACIONALES
El parlamento debe tener nuevamente la figura de diputados Nacionales que sena elegidos por todo el país. Además de retomar la idea de la representación de carácter nacional y la necesidad de legislar con visión de país, la existencia de diputados nacionales permitirá de

REPRESENTACIÓN: PROBLEMA DE CALIDAD, NO CANTIDAD
Si bien en el Ecuador, por la poca credibilidad del Congreso Nacional, se discute sobre la necesidad de reducir el número de representantes, ese no es el problema de fondo. Debemos buscar una representación de calidad más allá del debate sobre la cantidad. Esta es una responsabilidad de los partidos políticos al proponernos candidatos, de la Corte Electoral al sancionar las candidaturas que no son resultado de la militancia y, por supuesto, de los votantes que debemos elegir cada vez con mejores criterios y permanecer vigilantes de la acción de estos representantes.
De la misma forma es necesario diseñar un nuevo Congreso Nacional, con mecanismos claros de transparencia, rendición de cuentas y comunicación directa con la ciudadanía.

AUTONOMÍAS Y DESCENTRALIZACIÓN CON SOLIDARIDAD
NO AUTONOMÍAS MUNICIPALES
Las características y potencialidades de las distintas regiones del país y, al mismo tiempo, un Estado Central que se ha mostrado incapaz de responder a las necesidades particulares del país; nos exigen un debate urgente que reforme no sólo los mecanismos de administración de lo público, sino incluso la división político administrativa en el país.

Siguiendo el principio de la solidaridad debemos pensar en un sistema de descentralización y autonómico que no podrá ser municipal. En el Ecuador son muy pocos los municipios que podrían asumir un proceso de estas características. Las grandes ciudades y los polos de desarrollo del país deberán respaldar y acompañar a municipios más pequeños y con menos recursos.

A través de una concertación nacional es urgente definir las atribuciones y responsabilidades del Gobierno Central y los gobiernos locales, pero al mismo tiempo es indispensable crear incentivos para la fusión de pequeños cantones y la mancomunidad entre provincias de tal forma que se fortalezcan las capacidades y las posibilidades de éxito de todos los sectores del país.

Entre las obligaciones a las que no puede renunciar el Estado Central, en la línea de ser un Estado Social de Derecho son –entre otras-: El Sistema de Seguridad Social, la Fuerza Pública (Fuerzas Armadas y Policía Nacional), el Registro Civil, el manejo de las relaciones internacionales y la representación del Ecuador en la comunidad internacional, algunos aspectos de la recaudación tributaria y –por consiguiente- de redistribución de riqueza, la coordinación del sistema educativo nacional, el manejo de la deuda pública y la propiedad, cuidado y gestión de los recursos naturales (petróleo, agua, bosques, reservas ecológicas, etc.).

Teniendo claros los conceptos de solidaridad y el objetivo de preservar un proyecto nacional, deberán crearse los mecanismos para hacer efectivo este proceso. Un Estado descentralizado o con Comunidades Autónomas requiere todavía más solidez en las instituciones democráticas y, sobretodo, un Tribunal Constitucional con plena capacidad para dirimir conflictos de competencias y evitar que el proceso descentralizador o autonómico amenace la estabilidad nacional o la supervivencia del Estado.






Sobre estos temas seguimos trabajando en varios grupos en distintas ciudades del país. Si está interesado en participar en estos grupos de trabajo por favor comunicarse a: preguntas@ruptura25.org o al (02) 2 521128

LA RUPTURA DE LOS 25

LA CONSULTA POPULAR

Desde la Ruptura de los 25 hemos sido muy críticos respecto de las serias limitaciones de lo que el Gobierno denominó Sistema de Concertación Nacional. En primer lugar consideramos que el mandato más importante entregado en abril al Presidente Palacio era el de llevar adelante un proceso de reforma en el sistema político que permita crear verdaderos mecanismos de representación. El Presidente ha abandonado esa conducción, su gobierno no nos ofrece ninguna propuesta y ha colocado en segundo plano este debate tan importante para nuestro país.

Ni el tiempo señalado por el CONAM, ni este mecanismos de “una sola vía”, generan las condiciones para construir de forma colectiva un proyecto de país. La deliberación sobre una reforma política y, posteriormente para la reforma del Estado, tiene que permitir y provocar debates informados, la posibilidad de confrontar ideas y construir propuestas y finalmente criterios de decisión según los intereses nacionales en lugar del número de correos electrónicos.

En la Ruptura de los 25 hemos tomado esta invitación del Gobierno sólo como el pretexto para generar un debate sobre temas de reforma política y de reforma del Estado. El 15 de julio será sólo el inicio del debate y del trabajo en propuestas de carácter nacional y acordes con los principios de la Ruptura de los 25.

Para el Sistema de Concertación y, en concreto, frente a lo que debería abordarse en la Consulta Popular del 11 de diciembre (tenemos fecha antes de tener preguntas!) consideramos que debe resolverse lo siguiente:

1. Legitimar el proceso de selección de la Corte Suprema de Justicia.
2. Reformas puntuales al Sistema Electoral:
a. Partidos políticos fuera del TSE.
b. Severo control de gasto electoral.
c. No distritos uninominales.
d. Mecanismos de asignación de escaños que permitan la representación proporcional.
3. Preguntar a ecuatorianos y ecuatorianas si estamos de acuerdo con la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de Norteamérica.
4. Nuevo proceso constitucional que permita la conformación de un Tribunal Constitucional independiente.
5. La convocatoria, con normas que permitan real representación, a una Asamblea Nacional Constituyente.


La Ruptura de los 25

1 Sobre este tema existe un documento más detallado que contiene las propuestas concretas: www.ruptura25.org

TOUR HACIA EL ODIO

Me he quedado sorprendido por el artículo "Tour a casarse" escrito por Pablo Ortiz. La sorpresa, absolutamente desagradable, viene de varias fuentes que el autor enumera con evidente rencor. Por suerte, en lo que nos queda de democracia en este país, quiero usar mi derecho a la libre expresión para comentar el editorial de Ortiz del día 10 de julio de 2005 en el diario "El Comercio" de Quito.

Empieza el señor Ortiz con el argumento de la "natura" comparando a las uniones entre parejas del mismo sexo
con "ballenos" o "tigresas". Este asunto de "lo natural", es un discurso que no tiene que ver con el darwinismo únicamente. Bajo su discurso señor Ortiz, con esa lógica de que los animales son los que determinan la naturaleza humana, entonces, lo "natural" es que los más fuertes se coman a los más débiles porque el pecesito más grande se come al más pequeño, por ejemplo. Por ende las personas con discapacidad, por ejemplo, debido a la natura tergiversada que el autor, o sea usted, defiende, deben ser eliminadas por los más fuertes, por ejemplo los usuarios de automóviles. Quiero que se note la
similitud de este argumento con la ideología nazi, que también consideró a las personas GLBTT (Gay, Lésbico, Bisexual, Transgénero y Transexual) como contra natura (Santo Tomás también los consideró así, como pecadores contra natura en su libro "Summa de Gentiles"). Si en cambio, se analiza a la homosexualidad como un modo de vida que abarca lo cultural y lo biológico visto desde la perspectiva humana, como sostiene el autor Mondimore por ejemplo, no se caería en afirmaciones tan simples y vacías. Sin embargo, para saciar la sed de argumentos biológicos de su merced, cabe decir que
alrededor de 450 especies animales tiene relaciones homosexuales de manera frecuente (El nombre del estudio que muestra esto es "Biological Exuberance Animal Homosexuality and Natural Diversity" de Bruce Bagemihl). Más allá de eso, la antropología cultural nos devela que casi todas las culturas presentan comportamientos homosexuales, y lo que varía es su tratamiento hacia ellos. Los Bredaches, la cultura de los Batak o los Sambia son culturas que aceptan a las
personas GLBTT como parte fundamental de su vida en sociedad y desmienten completamente el argumento de lo
antinatural de las uniones de parejas del mismo sexo. En definitiva, el argumento de natura que usted usa Pablo Ortiz, es maniqueo, simple y devela el poco conocimiento en ciencias sociales y su arraigado prejuicio en temas homosexuales.

Luego Ortiz utiliza el argumento de que la legalización de este proceso de formalización del amor (porque sí señor Ortiz, los homosexuales, aunque no lo crea, también amamos) que es el matrimonio (o cualquier forma de legalización institucional) es demencial pues históricamente según él nunca se ha llevado a la práctica. Nuevamente, esta afirmación es
falsa. Esto demuestra su etnocentrismo y su falta de investigación mister Ortiz. Varias culturas han estipulado dentro de su normativa la de las relaciones homosexuales. En el mundo griego (de donde es Sócrates, quizás el homosexual más influyente de la historia de la humanidad) las relaciones homosexuales entre hombres eran permitidas y constaban dentro de las reglas sociales existentes. En la Roma antigua, de donde viene gran parte del Derecho, incluso el nuestro, se reguló las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en sus primeras etapas. La historia no es única ni homogénea y pretender describir un hecho histórico a partir de una generalización de su "sentido común" no cuenta señor Ortiz.

Después el señor Ortiz nos habla del pasado mejor (porque el presente con gays visibles es malo básicamente). "Middle age crisis" le llaman los gringos señor Ortiz. No todos los tiempos pasados son mejores, pues hace cincuenta años, bajo las mismas normas de la moral y las buenas costumbres que usted defiende, las mujeres eran incapaces relativas que no
podían celebrar ningún contrato por sí mismas. Tampoco hubiese podido, hace 20 años Monsieur Ortiz, un indígena reclamar sus derechos a no ser discriminado, o un hombre tener relaciones sexuales con otro (que es un derecho y necesidad básica) sin ser metido a la cárcel. Pero supongo que tampoco esos avances en normativa y reconocimiento de derechos le interesan. ¿O sí señor Ortiz?

Luego Ortiz recurre a Shakespeare, nombrando a Romeo y Julieta y haciendo un intento cínico de usar la literatura como deslegitimante del amor homosexual. Dos puntualizaciones señor Ortiz. En primer lugar, el amor homosexual ha sido recurrente dentro de las obras más maravillosas de la literatura universal. Le recomiendo que lea, Rimbaud, Verlaine, Whitman, Gide, Genet, Mishima, Peri Rossi, Arenas, Platón y tantos otros autores y autoras fantásticos que han hablado
del amor homosexual. Creer que el amor es sólo cosa de los heterosexuales se llama heterosexismo amigo Ortiz, y el heterosexismo es el primo hermano de la homofobia. Pero de nuevo mi intuición me dice que eso tampoco le importa, ¿verdad? En segundo lugar, repugna a todos los que amamos y conocemos la literatura, su desconocimiento de la obra de Shakespeare (un estudio de Alfredo Gómez Gil muestra que el autor inglés gustaba sexualmente de los hombres
aunque ese no es el punto esencial de mis argumentos). La obra de teatro "Como gusteis" es una obra de amor
transgénero (sí, de un amor travestido señor Ortiz) y la serie de sonetos dedicados a Mr. W.H. (iniciales que se cree que pertenecieron a Henry Wriothesley, o a William Herbert) tiene un contenido contundente de amor homosexual. Desde luego supongo que no puede usar estas creaciones literarias para sus burdas comparaciones pues no se han realizado películas de ellas.

Finalmente, y ya absolutamente de manera seria, expresarle que su pensamiento es caduco, irrespetuoso e incompatible con la democracia. Que no lo comparto y no lo respeto. Que me parece que se le acerca al fascismo pero con mucho menos talento. Y finalmente, que lo combato porque es imposible entender un mundo diferente con un discurso lleno de prejuicio, sin propuestas, pero sobre todo que fomenta el odio y la división. Esa actitud es lo verdaderamente aberrante.

Hasta luego Señor Ortiz


Diego Falconí
1711606713

Pd. Le adjunto su editorial por si acaso se le olvidó lo que escribió.



TOUR A CASARSE
Por Pablo Ortiz García

Hace unos días recibí el texto de la ley española que
permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
No tengo nada contra la sexualidad de los seres
humanos, pero permitir que se casen "unos con unos" es
demasiado. No se trata de evolución de una institución
jurídica, sino de una involución.
La ley a la que hago referencia es del 1 de julio de
2005, y su texto se inicia con las siguientes frases:
"Juan Carlos I, Rey de España, A todos los que la
presente vieren y entendieren. Sabed: Que las Cortes
Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la
siguiente ley... ". Si bien su Majestad habla de
aquellos que "entendieren" la ley que expide, es
difícil entender un cambio que va contra natura. No es
aceptable el matrimonio de dos "ballenos", ni de dos
tigresas, ni el encuentro de dos pájaros, peor aún que
dos personas del mismo sexo conformen una "familia".
El Rey con esa ley "sancionó" a la naturaleza y al
sentido común.
Sostiene que para expedirla "los códigos de los dos
últimos siglos, reflejando la mentalidad dominante, no
precisaban prohibir, ni siquiera referirse, al
matrimonio entre personas del mismo sexo, pues la
relación entre ellas en forma alguna se consideraba
que pudiera dar lugar a una relación jurídica
matrimonial".
Es lógico: jamás en la historia, ni a los más
dementes, se les ocurrió lo que ahora se acepta.
"Tampoco en forma alguna cabe al legislador ignorar lo
evidente: la sociedad evoluciona en el modo de
conformar y reconocer los diversos modos de
convivencia". Con este argumento, como toda la vida se
ha prohibido el consumo de droga, es hora de
legitimarla, para que el mundo "vuele".
"... No cabe duda de que la realidad social española
de nuestro tiempo deviene mucho más rica, plural y
dinámica que la sociedad en que surge el Código Civil
de 1889. La convivencia como pareja entre personas del
mismo sexo basada en la afectividad ha sido objeto de
reconocimiento y aceptación social creciente, y ha
superado arraigados prejuicios y estigmatizaciones".
Está bien que se mejore, pero irse contra todo
principio ético, moral y natural, me parece una
aberración, por más palabras bonitas que se pongan al
expedir la ley. El poeta español Jorge Manrique
escribió: "...Cualquier tiempo pasado fue mejor", y
con lo expedido por su Majestad, se comprueba aquella
frase.
Se sostiene que los homosexuales podrán realizarse
personalmente con una vida sentimental estable. ¡No
vengan con justificaciones! Los seres humanos tenemos
problemas de tipo afectivo y, a pesar de ello, se ha
avanzado.
Gracias a esta ley va a iniciarse un nuevo tipo de
turismo a España: tours a contraer matrimonio. Si esos
"tortolitos" vienen casados a este país, lo cual no es
nada difícil por la novelería de esa gente, pregunto:
¿cuál será en el futuro el nombre de los esposos :
Luis López de Pérez o Pedro Pérez de López? ¿Qué
apellido adoptarán los hijos: el de él o el de él; el
de ella o el de ella? ¿Qué problemas afrontarán los
hijos de estos "parejos"?
Con esta ley Shakespeare no hubiera podido escribir
"Romeo y Julieta", sino Romeo y Romeo, o Julieta y
Julieta. Y la escena del balcón se hubiera dado entre
dos personas del mismo sexo, ¡qué aberrante!

12 de julio de 2005

TOUR HACIA EL ODIO

Me he quedado sorprendido por el artículo "Tour acasarse" escrito por Pablo Ortiz. La sorpresa,absolutamente desagradable, viene de varias fuentesque el autor enumera con evidente rencor. Por suerte,en lo que nos queda de democracia en este país, quierousar mi derecho a la libre expresión para comentar eleditorial de Ortiz del día 10 de julio de 2005 en el diario "El Comercio" de Quito.
Empieza el señor Ortiz con el argumento de la "natura"comparando a las uniones entre parejas del mismo sexo con "ballenos" o "tigresas". Este asunto de "lo natural", es un discurso que no tiene que ver con el darwinismo únicamente. Bajo su discurso señor Ortiz, con esa lógica de que los animales son los que determinan la naturaleza humana, entonces, lo"natural" es que los más fuertes se coman a los más débiles porque el pecesito más grande se come al más pequeño, por ejemplo. Por ende las personas con discapacidad, por ejemplo, debido a la natura tergiversada que el autor, o sea usted, defiende, deben ser eliminadas por los más fuertes, por ejemplo los usuarios de automóviles. Quiero que se note la similitud de este argumento con la ideología nazi, que también consideró a las personas GLBTT (Gay, Lésbico, Bisexual, Transgénero y Transexual) como contra natura (Santo Tomás también los consideró así, como pecadores contra natura en su libro "Summa de Gentiles"). Si encambio, se analiza a la homosexualidad como un modo devida que abarca lo cultural y lo biológico visto desde la perspectiva humana, como sostiene el autor Mondimore por ejemplo, no se caería en afirmaciones tan simples y vacías. Sin embargo, para saciar la sed de argumentos biológicos de su merced, cabe decir que alrededor de 450 especies animales tiene relaciones homosexuales de manera frecuente (El nombre del estudio que muestra esto es "Biological Exuberance Animal Homosexuality and Natural Diversity" de Bruce Bagemihl).
Más allá de eso, la antropología cultural nos devela que casi todas las culturas presentan comportamientos homosexuales, y lo que varía es su tratamiento hacia ellos. Los Bredaches, la cultura de los Batak o los Sambia son culturas que aceptan a las personas GLBTT como parte fundamental de su vida en sociedad y desmienten completamente el argumento de lo antinatural de las uniones de parejas del mismo sexo. En definitiva, el argumento de natura que usted usa Pablo Ortiz, es maniqueo, simple y devela el poco conocimiento en ciencias sociales y su arraigado prejuicio en temas homosexuales.
Luego Ortiz utiliza el argumento de que la legalización de este proceso de formalización del amor (porque sí señor Ortiz, los homosexuales, aunque no locrea, también amamos) que es el matrimonio (o cualquier forma de legalización institucional) es demencial pues históricamente según él nunca se ha llevado a la práctica. Nuevamente, esta afirmación es falsa. Esto demuestra su etnocentrismo y su falta de investigación mister Ortiz. Varias culturas han estipulado dentro de su normativa la de las relaciones homosexuales. En el mundo griego (de donde es Sócrates, quizás el homosexual más influyente de la historia de la humanidad) las relaciones homosexuales entre hombres eran permitidas y constaban dentro de las reglas sociales existentes. En la Roma antigua, de donde viene gran parte del Derecho, incluso el nuestro, se reguló las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en sus primeras etapas. La historia no es única ni homogénea y pretenderdescribir un hecho histórico a partir de una generalización de su "sentido común" no cuenta señor Ortiz.
Después el señor Ortiz nos habla del pasado mejor (porque el presente con gays visibles es malo básicamente). "Middle age crisis" le llaman los gringos señor Ortiz. No todos los tiempos pasados son mejores, pues hace cincuenta años, bajo las mismas normas de la moral y las buenas costumbres que usted defiende, las mujeres eran incapaces relativas que no podían celebrar ningún contrato por sí mismas. Tampoco hubiese podido, hace 20 años Monsieur Ortiz, un indígena reclamar sus derechos a no ser discriminado, o un hombre tener relaciones sexuales con otro (que es un derecho y necesidad básica) sin ser metido a la cárcel. Pero supongo que tampoco esos avances en normativa y reconocimiento de derechos le interesan. ¿O sí señor Ortiz?
Luego Ortiz recurre a Shakespeare, nombrando a Romeo y Julieta y haciendo un intento cínico de usar la literatura como deslegitimante del amor homosexual. Dos puntualizaciones señor Ortiz. En primer lugar, el amor homosexual ha sido recurrente dentro de las obras más maravillosas de la literatura universal. Le recomiendo que lea, Rimbaud, Verlaine, Whitman, Gide, Genet, Mishima, Peri Rossi, Arenas, Platón y tantos otros autores y autoras fantásticos que han hablado del amor homosexual. Creer que el amor es sólo cosa de los heterosexuales se llama heterosexismo amigo Ortiz, y el heterosexismo es el primo hermano de la homofobia. Pero de nuevo mi intuición me dice que eso tampoco le importa, ¿verdad? En segundo lugar, repugna a todos los que amamos y conocemos la literatura, su desconocimiento de la obra de Shakespeare (un estudio de Alfredo Gómez Gil muestra que el autor inglés gustaba sexualmente de los hombres aunque ese no es el punto esencial de mis argumentos). La obra de teatro "Como gusteis" es una obra de amor transgénero (sí, de un amor travestido señor Ortiz) y la serie de sonetos dedicados a Mr. W.H. (inicialesque se cree que pertenecieron a Henry Wriothesley, o a William Herbert) tiene un contenido contundente de amor homosexual. Desde luego supongo que no puede usar estas creaciones literarias para sus burdas comparaciones pues no se han realizado películas de ellas.
Finalmente, y ya absolutamente de manera seria, expresarle que su pensamiento es caduco, irrespetuoso e incompatible con la democracia. Que no lo comparto y no lo respeto. Que me parece que se le acerca al fascismo pero con mucho menos talento. Y finalmente, que lo combato porque es imposible entender un mundo diferente con un discurso lleno de prejuicio, sin propuestas, pero sobre todo que fomenta el odio y la división. Esa actitud es lo verdaderamente aberrante. Hasta luego Señor Ortiz



Diego Falconí
La Ruptura de los 25