LA RUPTURA DE LOS 25, FRENTE AL GOLPE DE ESTADO
Quito, 09 de Diciembre de 2004
A las ecuatorianas y ecuatorianos honestos y comprometidos, de todas las edades, de todos los sectores, de todas las tendencias,
Es indignante lo sucedido anoche en el Congreso Nacional del Ecuador, un grupo de diputados, 52, que caminan sonreídos (entre abrazos y felicitaciones de conquista personal, gremial) por sobre los principios en que sostiene la democracia, el Estado de Derecho, la justicia y el ideal de la convivencia pacífica.
Es inaceptable un Congreso que actúa más allá de sus funciones, en sentido estricto, ese abuso de poder -apoyado, promovido, tolerado por el Ejecutivo- es un Golpe de Estado. La Constitución Política (hasta anoche vigente) no permite que el Congreso "cese en funciones" a la Corte Suprema de Justicia, tampoco le da la posibilidad de decidir una nueva integración.
No es posible tampoco reformar la Constitución mediante resolución. La Constitución no es un pronunciamiento, no es un reglamento, ni siquiera una Ley, la Constitución es el documento jurídico más importante, en ella se asegura la limitación del poder, la garantía de los derechos y la organización del Estado; pero la Constitución es también un pacto político, un contrato social que fue diseñado y aprobado por quienes hoy -sólo seis años después- ya no están dispuestos a cumplirla. Es inaceptable la forma en que pretenden que haya sido reformada. Es necesario decir que tampoco se puede defender a la "cesada" Corte Suprema de Justicia. Señores Magistrados, ustedes también deben reconocer sus fallas y omisiones. Luego de ser resultado de un proceso que sin duda ha sido el mejor intento que los ecuatorianos tuvimos por rescatar nuestra justicia, ustedes desgastaron su credibilidad, retardaron u omitierondecisiones importantes y no fueron capaces de integrar la Corte mediante el proceso de cooptación que, luego de tres años de fracaso permanente, ahora recuerdan y defienden como el único idóneo para la elección de magistrados.
No se trata de una defensa a esa Corte, sino a la institucionalidad que representa y en la que creemos. Este es un escándalo del que tampoco podemos responsabilizar sólo a los diputados que votaron en este Golpe. ¿Qué harán los magistrados que han sidonombrados de forma inconstitucional, ilegal, antidemocrática? Pongamos atención a sus respuestas, de posesionarse se convertirán de inmediato en cómplices de este asalto. ¿Y los diputados de la "oposición"? Son los mismos que durante años han creado los precedentes adecuados y destruido las instituciones y la democracia, con la diferencia de que esta vez, el premio no les tocó a ellos.
El asunto es que el presente y el futuro del país, de los ecuatorianos y las ecuatorianas, va mucho más allá y es más importante que Abdalá Bucaram o León Febres Cordero. Es momento de rescatar, de entre sus manos -o las de cualquiera- una justicia y un Estado que deben ser para todos. Un poder que sólo encuentra sentido si es utilizado en la construcción de más y mejores oportunidades, de bienestar y seguridad, de garantía de los derechos humanos como un proyecto ético mínimo alrededor del cual sostener nuestro proyecto de país.
La Ruptura de los 25 cree en la necesidad de instituciones sólidas y confiables. Es necesaria una Reforma Política que incluya también una reforma radical y profunda de la Función Judicial. En una democracia, en un Estado de Derecho existen mecanismos legales y legítimos para hacerlo, no fue el caso de la sesión extraordinaria del Congreso Nacional, pero tampoco será el resultado de la propuesta de Damerval o del Presidente Gutiérrez para ponernos, de nuevo, en medio de una lucha de vanidades y una disputa de intereses particulares.
Este también es un llamado para que, de una vez por todas, quienes han hecho tanto daño a este país maravilloso, ¡se jubilen!. No se trata de un llamado a refundar la nación o a empezar desde cero, como cada dos o cuatro años, nos han acostumbrado a hacerlo. Vamos a reconocer cosas importantes, avances, conquistas y construcciones anteriores, y armar a partir de esas bases, con las manos limpias, mirándonos a los ojos, un Ecuador justo y solidario que nos permita buscar la felicidad. LA RUPTURA DE LOS 25
Quito, 09 de Diciembre de 2004
A las ecuatorianas y ecuatorianos honestos y comprometidos, de todas las edades, de todos los sectores, de todas las tendencias,
Es indignante lo sucedido anoche en el Congreso Nacional del Ecuador, un grupo de diputados, 52, que caminan sonreídos (entre abrazos y felicitaciones de conquista personal, gremial) por sobre los principios en que sostiene la democracia, el Estado de Derecho, la justicia y el ideal de la convivencia pacífica.
Es inaceptable un Congreso que actúa más allá de sus funciones, en sentido estricto, ese abuso de poder -apoyado, promovido, tolerado por el Ejecutivo- es un Golpe de Estado. La Constitución Política (hasta anoche vigente) no permite que el Congreso "cese en funciones" a la Corte Suprema de Justicia, tampoco le da la posibilidad de decidir una nueva integración.
No es posible tampoco reformar la Constitución mediante resolución. La Constitución no es un pronunciamiento, no es un reglamento, ni siquiera una Ley, la Constitución es el documento jurídico más importante, en ella se asegura la limitación del poder, la garantía de los derechos y la organización del Estado; pero la Constitución es también un pacto político, un contrato social que fue diseñado y aprobado por quienes hoy -sólo seis años después- ya no están dispuestos a cumplirla. Es inaceptable la forma en que pretenden que haya sido reformada. Es necesario decir que tampoco se puede defender a la "cesada" Corte Suprema de Justicia. Señores Magistrados, ustedes también deben reconocer sus fallas y omisiones. Luego de ser resultado de un proceso que sin duda ha sido el mejor intento que los ecuatorianos tuvimos por rescatar nuestra justicia, ustedes desgastaron su credibilidad, retardaron u omitierondecisiones importantes y no fueron capaces de integrar la Corte mediante el proceso de cooptación que, luego de tres años de fracaso permanente, ahora recuerdan y defienden como el único idóneo para la elección de magistrados.
No se trata de una defensa a esa Corte, sino a la institucionalidad que representa y en la que creemos. Este es un escándalo del que tampoco podemos responsabilizar sólo a los diputados que votaron en este Golpe. ¿Qué harán los magistrados que han sidonombrados de forma inconstitucional, ilegal, antidemocrática? Pongamos atención a sus respuestas, de posesionarse se convertirán de inmediato en cómplices de este asalto. ¿Y los diputados de la "oposición"? Son los mismos que durante años han creado los precedentes adecuados y destruido las instituciones y la democracia, con la diferencia de que esta vez, el premio no les tocó a ellos.
El asunto es que el presente y el futuro del país, de los ecuatorianos y las ecuatorianas, va mucho más allá y es más importante que Abdalá Bucaram o León Febres Cordero. Es momento de rescatar, de entre sus manos -o las de cualquiera- una justicia y un Estado que deben ser para todos. Un poder que sólo encuentra sentido si es utilizado en la construcción de más y mejores oportunidades, de bienestar y seguridad, de garantía de los derechos humanos como un proyecto ético mínimo alrededor del cual sostener nuestro proyecto de país.
La Ruptura de los 25 cree en la necesidad de instituciones sólidas y confiables. Es necesaria una Reforma Política que incluya también una reforma radical y profunda de la Función Judicial. En una democracia, en un Estado de Derecho existen mecanismos legales y legítimos para hacerlo, no fue el caso de la sesión extraordinaria del Congreso Nacional, pero tampoco será el resultado de la propuesta de Damerval o del Presidente Gutiérrez para ponernos, de nuevo, en medio de una lucha de vanidades y una disputa de intereses particulares.
Este también es un llamado para que, de una vez por todas, quienes han hecho tanto daño a este país maravilloso, ¡se jubilen!. No se trata de un llamado a refundar la nación o a empezar desde cero, como cada dos o cuatro años, nos han acostumbrado a hacerlo. Vamos a reconocer cosas importantes, avances, conquistas y construcciones anteriores, y armar a partir de esas bases, con las manos limpias, mirándonos a los ojos, un Ecuador justo y solidario que nos permita buscar la felicidad. LA RUPTURA DE LOS 25
1 comentario:
Me gustaría ser parte de los ruptura 25 porque es importante que todos quienes debemos defender la constitución y de hecho institucionalidad para forjar una verdadera democracia, luchemos por conseguirla. Es por eso que es necesario que ustedes den a conocer, con verdadera transparencia en su página web, quiénes les auspician, de donde provienen, cuándo se creó ruptura,etc. El rendir cuentas a los ciudadanos logrará que nuestros objetivos se cumplan porque quiero sentirme seguro de que no seauna agrupación más que defiende a los oligárcas del país y norteamérica
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